viernes, diciembre 14, 2007

Un mensaje para Lidia

Ayer conversamos bastante de cosas bellas e importantes y para complementar algunas te envío este texto para que reflexiones

Sentimos en un mismo corazón. Respiramos al unísono la magia del universo. Amamos con idéntica pasión. Nuestra sangre brota desde la misma vertiente. Vengo en tu búsqueda para reencontrarme en la luz. Nuestra danza multiplicará la vibración del amor. Más allá de la ilusión, somos Uno.

El discurso ensordecedor y uniforme de los egos anuló mi capacidad de vuelo. Ató mis alas con palabras sin alma. Te percibí distante. La mente social me convenció de que sólo los locos escuchan al corazón. De manera imperceptible, levantaron muros para que creciera la indiferencia y germinara la desconfianza. Amparados en cuestiones de raza, sexo o religión me obligaron a mirarte como si fueses un extraño. ¿Fue así como sucedió? ¿Acaso soy una víctima? Ilusión, así se llama este juego.

Me vivencié como si fuese otro para poder conocerme. Necesité fragmentarme para sentirme. Me costó comprender que si te dañaba me dañaba. Verme en otros pies me hizo suponer que éramos distintos. La distancia entre los cuerpos ayudó a generar esa falsa percepción de separación. Me hablé con otras palabras. Me odié y amé sin saberlo. En boca de ese otro yo, mi voz sonó ajena, poco familiar. Incluso creí que esas lágrimas que corrían por tu rostro nada tenían que ver con mi vida. ¡Ilusión!

Necesito escribirme, por eso te escribo. Llegó el momento de despertar a cada una de mis partes. Ese que hoy mata soy yo. Ese que hoy roba soy yo. Ese que sufre soy yo. También soy ese que sonríe, ese que celebra y también el que agradece. Necesito alinear mi esencia. Quiero danzar y vivir en armonía. Cierra tus ojos. Siente. Recuerda … Más allá de la ilusión, somos Uno.

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