Temas del Taller No 1: El fenómeno más importante de la comunicación es el Escuchar

Hablamos para ser escuchado, esto es obvio, sin embargo el escuchar lo damos por sentado, es decir cuando conversamos suponemos que si hablamos claro y preciso y si nuestro discurso tiene una buena estructura lógica, entonces seremos interpretados correctamente, el escucha se debe producir “automáticamente”.

Sin embargo, aunque nos creamos personas de mente abierta y objetivas, cuando escuchamos a otra persona hablando, el resultado está frecuentemente “filtrado” e incluso oscurecido, por interpretaciones, nociones e ideas preexistentes, que se han producido debido a nuestra educación, nuestros valores, y nuestras experiencias previas, que determinan lo que escuchamos. De modo que el escuchar no sólo depende de lo que el otro exprese en palabras, sino que nuestras interpretaciones juegan un papel dinámico y activo.

Para comprender mejor este fenómeno hagamos una distinción entre oír y escuchar. Distinguimos oír como la función biológica del sistema auditivo humano que nos permite reproducir las palabras que el otro dice en una conversación o dialogo. Nos referimos a oír cuando repetimos “textualmente” lo que una persona dice en una conversación, sin agregar ningún comentario ni hacer ninguna interpretación.

Escuchar es un fenómeno un tanto diferente a oír, por que le agrega una interpretación a lo dicho por la otra persona. Si observamos el fenómeno de escuchar notamos que esté se da en forma automáticamente, es decir no elegimos escuchar, sino que siempre estamos escuchando como fenómeno natural. Tanto es así que cuando debemos hacer una cita textual debemos hacer un esfuerzo para no agregar nuestras interpretaciones a lo oído. En resumen interpretamos inmediatamente al oír y escuchamos siempre. En resumen distinguimos escuchar como un fenómeno que agrega una interpretación a lo oído o a lo dicho por la otra persona.

Estos “filtros” que mencionamos mas arriba, son una influencia dominante que afecta nuestras comunicaciones y relaciones con la gente, con las circunstancias y hasta con nosotros mismos.

Desarrollar una competencia para ser escuchado requiere de nuevas prácticas de comunicación donde tengamos consciencia de la importancia y el papel de estos filtros y el reconocimiento de los sorprendentes límites que nos imponen en las comunicaciones.

Desarrollar competencias para escuchar efectivamente a los otros y para que nuestro discurso sea escuchado adecuadamente, es un imperativo clave de la gerencia y de los lideres de hoy en día, dando lugar a una refrescante creatividad en el manejo de las comunicaciones.

Desde esta nueva perspectiva las personas, las situaciones y nuestra relación con la vida se alteran radical y dramáticamente.

Resumimos entonces la distinción de escuchar como la capacidad humana para interpretar un "mundo." Oír es un fenómeno biológico. Podemos oír las mismas palabras en una conversación, pero tenemos diversas interpretaciones de lo que significan y respondemos de forma diferentemente dependiendo de qué "se escucha" en esa conversación. El escuchar implica mucho más que reproducción y procesando de información.