Distinguimos liderazgo como un quehacer humano, como el hacer deporte o como crear obras de arte, el liderazgo es un quehacer antiguo, tan antiguo como la misma sociedad.
Todas las sociedades han tenidos su lideres y todas las generaciones que han “hecho” historia han tenido sus lideres, como también han tenidos sus filósofos y sus poetas.
Toda realización humana colectiva, requiere del liderazgo para que se materialice como tal, sea esta una transformación social, una innovación productiva, una conquista o una gran obra.
Pero ¿Qué distingue en particular ese quehacer humano que llamamos liderazgo de otros quehaceres? Marcel Proust dijo alguna vez que “el verdadero trabajo de descubrir nuevos mundos no consiste en buscar nuevos territorios, sino en tener nuevos ojos”. Esta frase encierra, desde mi punto de vista, el verdadero quehacer de un líder. Un líder crea nuevos mundos y abre nuevas posibilidades para él y sus seguidores mediante el desarrollo de una nueva “mirada” de las cosas.
Para John P. Kotter, director de la cátedra de Liderazgo de
Para Kotter, gerenciar es manejar la complejidad de las organizaciones a través de procesos y prácticas que garantizan un cierto orden y coherencia en dimensiones claves como calidad y rendimiento económico, liderar en cambio es manejar los procesos de transformación de las organizaciones y su entorno, señalando un rumbo ambicioso y deseable por todos, alineando y motivando a la gente en la realización de ese rumbo, “ese es el verdadero papel de un líder” según Kotter.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario